miércoles, 24 de abril de 2013

Daniela: "Quiero que mi historia ayude a los que no han salido del clóset"


                Daniela y Mónica son una de las 200 uniones que se realizaron hoy 
                       (Daniela en la izquierda y Mónica en la derecha)


Josué Ruíz
Daniela es una joven de 18 años y estudiante de Psicología. Hoy fue un día especial para ella porque se casó con su novia y enamorada, en las bodas de todo sabor en la U. Enredate te contará la historia de Daniela (conocida como Dani) y las dificultades que atravesó para poder llegar al día de su boda.

Entre velos, emoción, corbatines y flores se acercaban a la tarima donde se casarían
Dani nació en una familia muy religiosa de mormones, desde pequeña se le enseñó que la homosexualidad es un “pecado”. Eso no impidió que desde temprana edad supiera que su futuro no estaba al lado de un hombre. De niña jugaba con barbies, el juego trataba sobre cómo entre ellas surgían noviazgos y besos; el ken nunca fue invitado a este juego.

Cuando tenía 12 años no aceptaba su naturaleza y se unía a la homofobia de amigos y familiares para ocultar lo que sentía.

 Estudió en un colegio católico donde cualquier tema relacionado con la sexualidad era tabú para muchos de los profesores y las religiosas que administraban la institución, pero en esa etapa crucial, Dani tuvo la suerte de conocer amigos y compañeros que discutían sobre el tema y aceptaban que la variedad es la belleza de la vida.

Ella empezó a quererse tal y cómo era, sin embargo, eso no evitó que, solo por no aceptarse completamente, se involucrara en relaciones heterosexuales que la lastimaron. En su familia había cenas donde se burlaban de los homosexuales mientras Dani no podía decir nada y solo comía en silencio, ya que sabía que en esas cenas la burla no eran “ellos” sino “ella”.

Cuando ella entró a la Universidad sus horizontes se ampliaron y conoció a Mónica (Moni) quien sería su futura esposa. Moni ocultó durante mucho tiempo sus preferencias, hacía todo lo posible para que sus padres creyeran que era heterosexual, pero el apoyo que se daba una a la otra les dio el valor para revelar sus preferencias. Como se podrán imaginar la reacción de las familias de Daniela y Mónica no fue la mejor, hubo peleas, lágrimas y arrebatos, pero con el tiempo esas familias aceptaron que Dani y Moni no había hecho nada malo. ¿Acaso es pecado amar?

Si bien fue de manera simbólica, Daniela y Mónica sellaron la ceremonia
 con un beso de matrimonio
Este miércoles fue el día de su boda en la U, con muchas personas, música de boda, flores, arroz y velos. Dani y Moni fueron de las primeras parejas en casarse. Al terminar la ceremonia ellas decían que “esta boda representa el amor que siempre nos vamos a tener”, pero que ellas esperan “que sirva como un evento para reflexionar sobre los derechos de la comunidad LGTB y que en un futuro se apruebe el matrimonio diverso”.

Muchas veces las personas tienen una pseudo-aceptación de la diversidad de preferencias sexuales. Como decía Margarita Salas, activista e investigadora: “mientras no sea mi familiar, mi tío y mi amigo, todo está bien”. Pero Dani y Mónica representan que la homosexualidad no es algo nuevo, siempre ha existido y está en todas partes. Puede estar en nuestro pediatra, maestra, policía y amigos. Dani y Mónica no son “ellos” son “nosotros” y nosotros somos ellas, porque todos somos seres humanos

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