sábado, 27 de abril de 2013

Ingeniería agrícola gana la copa rotativa 2013



Ana Laura González Chaverri 
enredateensemanau@gmail.com

Los estudiantes de ingeniería agrícola ganaron la copa rotativa en la final contra ingeniería química (IQ). De las nueve escuelas de la Facultad de Ingeniería, sólo participaron representantes de IQ, civil, agrícola y residencias.

La copa estará en la asociación de estudiantes de ingeniería agrícola. Foto Ana Laura Chaverri

IQ ganó el primer concurso, en el cual los participantes tomaban una cerveza y ganaba el equipo que tomara más rápido. Después de la segunda competencia llegó la comparsa y los futuros ingenieros disfrutaron del baile de media noche.

El tercer concurso de la noche fue “póngale el casco al ingeniero”, en el que ingeniería agrícola y residencias se disputaron la clasificación a la final y ganó agrícola. Residencias pertenece al Consejo de Ingeniería (CEI) por un acuerdo anual.

La presidenta de la asociación de estudiantes de IQ, Patricia Alfaro, fue la única mujer participante de las competencias y recibió un premio por haber vendido la mayor cantidad de entradas.

La copa rotativa es una tradición de los ingenieros que nació en los 70s. En esa época era permitido ingerir y vender licor dentro de la universidad. Las facultades se cerraban en la semana universitaria para convertirse en discotecas. El mejor baile era el de ingeniería, asegura el Msc.  Alexander Vásquez, profesor de ingeniería química y egresado de la faculta. 

Las competencias se realizaban durante el día, se hacía la famosa “carrera de los 100 metros birra”. En la noche todos los estudiantes de la facultad asistían al esperado “Baile del sapo y la culebra”, antiguo nombre del evento. Se vendían más de 300 cajas de cerveza en una noche, el dinero recaudado se utilizaba en gastos de las asociaciones de estudiantes, cuenta el funcionario de la universidad, quién colaboró con la venta de cerveza en el evento de 1984. 

Actualmente la cifra de cervezas vendidas durante el evento llega a las 700 cajas, según datos del CEI.

El “Club Oh!” se llenó desde las 9 de la noche . Foto Ana Laura Chaverri

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