Expo-Anato concluye con mucho estómago y corazón

Los recorridos se desarrollaron de 10 a.m. a 4 p.m. en el tercer piso de la Facultad de Medicina.

Yessenia Otárola Meza / enredateensemanau@gmail.com

Unas mil personas tuvieron la oportunidad de ver y tocar la muestra de órganos humanos, exhibidos en el tercer piso de la Facultad de Medicina, en las exposiciones de estudiantes dedicadas a cada uno de los sistemas del cuerpo.

El publico principal fueron grupos
de escuelas y colegios.

La organización

Expo-Anato es un proyecto organizado por estudiantes y el departamento de anatomía de la Escuela de Medicina, que exhibe órganos humanos con el fin de “compartir el conocimiento y ayudar a que los demás sepan cómo funciona su cuerpo”, afirma Jesús Salas, estudiante y expositor.

Adriana Jiménez, coordinadora, asegura que "este proyecto ha sido desarrollado ya por mucho años, al punto de ser casi 'una tradición de Semana U'."

La coordinadora, afirma que a través de los años algunas cosas han cambiado, “antes el recorrido era una especie de túnel, ahora optamos por utilizar mejor el espacio”, de igual forma asegura que han hecho el esfuerzo por incluir más expositores para que el recorrido sea más ágil  y las exposiciones sean más amenas y con mayor estructura.

El recorrido

La sala está organizada en ocho stands, con uno o dos expositores, que desarrollan la explicación de los diferentes sistemas en menos de diez minutos.

El recorrido inicia en Embriología, donde cuatro frascos capturan de inmediato la mirada: se muestran cuatro fetos, que sufrían de alguna malformación causada durante el proceso de gestación.

Estas impresionantes imágenes vienen acompañadas de la explicación del expositor sobre el desarrollo del proceso de gestación y del porqué son importantes los cuidados durante el embarazo.

La segunda estación corresponde al sistema óseo, aquí diferentes tipos de huesos están distribuidos a lo largo de la mesa. La oportunidad de tocar y ubicar cada uno de esos huesos en su propio cuerpo es la táctica empleada por el estudiante encargado de exponer. Desde un cráneo hasta los huesos de los pies. 

El tercer stand,  ofrece un vistazo al sistema respiratorio. La comparación entre un pulmón sano y el pulmón de un fumador es el principal punto de atracción y de asombro de los asistentes, que curiosos los sostienen en sus manos.

Después de unos quince minutos, el grupo se encuentra con el sistema digestivo. El expositor explica el recorrido del bolo alimenticio, desde la boca, el estomago y los intestinos; donde se hace especial énfasis al largo de cada uno.

El sonido de una alarma y el grito de “cambio” de uno de los expositores, obliga a cada grupo a moverse a la siguiente sala de exhibición. 

Cuatro corazones un tanto grises nos esperan sobre la mesa. La explicación va desde cómo funciona cada parte  y su relación con el resto del cuerpo, hasta que le sucede a tan importante órgano en caso de infartarse.

Al llegar a la que según dice Adriana Jiménez “es la estación más popular”, el sistema reproductor  recibe al grupo con un útero y un par de penes, y con una sonrisa del expositor, que de manera pícara explica cómo funciona cada uno de los órganos.

Los últimos dos sistemas son el renal y el nervioso. Los cerebros en la última mesa, se vuelven muy atractivos y pasan de mano en mano, a la vez que el encargado explica su funcionamiento.

A lo largo de todo el trayecto es posible “conocer en vivo más sobre el cuerpo humano” tal y como afirmó la coordinadora. Existe la oportunidad de conocer el funcionamiento y patologías de cada sistema y  lo más importante e interesante, sostener y ver de cerca cada uno de los órganos en exhibición, desde corazones hasta cerebros o intestinos.

Después de unos 45 minutos, se termina el recorrido. Lo último por hacer es echar el par de guantes en un gran basurero, lavarse bien las manos y seguir enredándose con la Semana U.