- Vendedores atribuyen la caída en ventas a la Semana Santa, falta de quincena y distribución de puestos
Sebastián Alpízar Jiménez - sebalpjim@gmail.com
Sentada al pleno sol en los
extremos del Pretil, Sonia Calvo tejía un atrapa sueños con la esperanza de que
al menos una persona le comprara un producto el pasado viernes. Antes estuvo cuatro días en el parqueo de Ingeniería
y sus ventas apenas alcanzaron los ₡9.000.
Con ella, alrededor de 60 comerciantes de artesanías y comidas enfrentaron
en el Pretil y el parqueo de Ingeniería un panorama lleno de ventas irregulares
durante la Semana U 2014 de la Universidad de Costa Rica (UCR). Estas fueron las opiniones encontradas por el sondeo de Enredate
el pasado jueves y viernes al consultar a 45 vendedores.
De este segmento, 14 personas afirmaron altas ventas de sus
productos a lo largo de la semana. Por el contrario, unos 31 comerciantes obtuvieron pocos ingresos
al intentar vender artesanías como pulseras, gorros, bolsos, camisas y accesorios.
“Han estado flojas las
ventas. Casi no hay plata después de la
Semana Santa y la quincena es hasta la otra semana”, expresó con desánimo
Georgina Fernández, vendedora de gorros y blusas en el parqueo de Ingeniería.
Esta opinión predominó entre
los vendedores. Otros comerciantes culpaban a la distribución de puestos, el
exceso de artesanos y la falta de divulgación.
Marilyn Montero fue de las
personas que se despidió de la feria con sus expectativas de venta superadas. Ella vendió sus vestidos para Barbie a
clientes de todas las edades, tanto jóvenes como señoras adultas mayores. “Considero que me ha ido bien porque no
tengo competencia con mis productos”, destacó Montero.
Distribución
de puestos
Negocios
establecidos nacionalmente como Pipo's Dogs reportaron bajas ventas.
Para el mediodía del viernes, el puesto ubicado en la Plaza 24 de Abril solo vendió un combo de perro caliente,
indicó Ángela Sandoval, funcionaria de la cadena.
A pesar de que Sandoval
atribuya las bajas ventas al poco flujo de personas por la 24 de Abril, los entes universitarios ya poseen un
ordenamiento establecido que deben cumplir.
“Son más que todo por disposiciones de circulación de seguridad (…)
no puedo poner un toldo en el espacio libre entre los toldos pequeños y grandes
porque me lo quitarían por cuestiones de seguridad”, recalcó Camila Cuevas,
presidenta de la Asociación de Estudiantes de Estudios Generales.
Aporte
económico
Los consejos y asociaciones
de estudiantes habilitan y distribuyen estos puestos a artesanos mediante
concursos en línea y cobro de cuotas. Este año, un campo en la feria ubicada en Ingeniería costaba ₡20.000
para personas externas a la universidad y para los estudiantes, ₡10.000. Todos los comerciantes del Pretil debían pagar
₡10.000.
Los puestos de comida
pagan su campo mediante regalías o pagos
de antemano según sus ventas, detalló Cuevas.
Todo el dinero recaudado por el alquiler de
campos se destina al financiamiento de futuras actividades culturales
organizadas por el estudiantado como Semana U, de Bienvenida, de Diversidad y
Ambiental, explicó Joel Oviedo, tesorero del Consejo de Estudiantes de
Sociales.
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